Capitulo 1: "Los sueños"

Este verano no parece ser muy distinto a todos los demás aquí en California, llevo viviendo casi 3 años en Estados Unido, llegue a los 14, yo en realidad soy chilena pero tras la separación de mis padres, mi madre decidió iniciar una vida nueva lejos de mi padre.
Aun que yo siempre finjo que estoy felíz en Estados Unido la verdad es que preferiría estar en Chile junto a mis amigos, bueno no del todo a sido malo, acá llevo una vida lo bastante normal y eso me agrada, ya que en Chile al tener a mi padre como es nunca pude tener una vida normal, la verdad es que acá tengo a mi novio James y a mis amigos pero últimamente no los he visto ya que es verano todos están fuera.
Hoy partió todo como un día normal, como mi madre Rosalie no tiene dinero suficiente para enviarme a chile como quería, paso todo el día en la casa de mi tía cuidando a mis primos, Antonia y Matías, y a así aprovecho de alejarme un poco de mi casa, que con el novio nuevo de mi madre no ha sido muy agradable estar allá realmente, me gusta mucho más estar acá, mis primos pequeños no son mayor molestia solo que son algo pequeños y tengo que seguirlos a todas partes y la mayor parte del tiempo duermen; me gusta hacer esto!! Los hago felíz y yo tengo paciencia con los niños.
Aprovechando de que mis primos pequeños dormían saque mi notebook para hablar un segundo con mi pololo que está en Inglaterra de intercambio, se fue hace unos tres meses y se supone que se iba por 6 meses. En este ultimo mes las cosas entre nosotros no han sido del todo bien y he estado algo mal estos días, ahora he optado por la posibilidad de aceptar que lo nuestro murió, aun que hemos estado ya un año juntos a sido mi mejor amigo desde que llegue a estados unidos es o era mi mayor apoyo.

Logre meterme en mi MSN y mi novio estaba conectado, pero no me hablo ni tampoco me tomó en cuenta, eso hizo que se me hiciera un nudo en el estomago, me dolía así que decidí ir a dormir un rato, puse la música que siempre me hacia dormir que de hecho era la música favorita de mi novio y esto produjo que se me formaban pesadillas horribles pero también un sueño precioso, un sueño en que yo estaba desolada llorando, ya que un hombre me había echo daño... no logro recordar la cara de mi victimario, pero del que recuerdo muy bien es a mi salvador, era un chico que brillaba aun que el sueño era oscuro el fue como un rayo muy potente de sol que apuntaba a mis ojos, era alto es lo único que alcancé a ver con la luz y paz que me proyectaba, lo que recuerdo es que el me salvaba de un hombre que me quería hacer daño, que me quería matar y yo corría muy fuerte pero incapaz de poder escapar.

Yo corría y corría y de desesperación me puse a llorar no podía gritar, el hombre que me seguía tenía los ojos muy oscuros y me quería al parecer para alimentarse, cuando me tuvo en sus brazos me sorprendió lo caliente que estaba su piel que en esa fría noche me quemo mis brazos, su piel era tan oscura que al sonreír su cara se ilumino y se vio con la malicia que me veía.
De pronto apareció este rayo de sol que me apuntaba a los ojos cegándome por unos minutos, mi victimario me soltó de inmediato al ver a mi protector, que me sostuvo antes de que yo pudiera llegar al suelo y lo mas probable romperme algo, me dejo delicadamente sobre el suelo recostada, ya que de todo lo que había corrido me era casi imposible ponerme de pie y estaba segura de la forma en que me ataco aquel hombre me había roto algo pero que en ese momento no lo sentí, pero sin embargo al moverme me dí cuenta de la aguda punzada que sentía en mi brazo derecho, intente inclinarme para ver lo que era, y ahí estaba el hueso de mi brazo derecho quizás roto en tres pedazos, algo aturdida vi como mi salvador golpeaba con tal fuerza de matarlo, en ese momento me sentí con la obligación de serrar los ojos... cuando los abrí estaba en los tibios brazos de mi salvador que no le pude ver la cara con la luz que proyectaba, cuando me sentía tan cómoda en sus brazos que me arrullaban sentí un fuerte remesón que hizo que me saliera de mi sueño tan cómodo, abrí muy aturdida los ojos y era uno de mis hermanos mayores, son gemelos, Sebastián y Arturo... el par de pelirrojos que me molestaban sin parar ni siquiera podía soñar tranquila, el que me despertó era Sebastián, el "mujeriego, travieso, egocéntrico pero aun así muy dulce hermano"

-¿Anto?... ¿Antonella?... hermana despierta!!- me remeció muy fuerte incapaz de ser delicado ni siquiera para despertarme, sentí otra vos lejana pero igualmente grave
-hermanita despierta...- me acarició el rostro sin duda ese era Arturo tan dulce pero igual de travieso que Sebastián pero no mujeriego, esa dulzura se deshizo cuando perdieron la paciencia y ambos me remecieron con mucha fuerza al mismo tiempo me gritaron.
-¡¡¡¡Antonella!!!!..... Levántate que no vamos!- con este grito desperté muy asustada, estaban muy molestos... en realidad siempre tienen muy buen genio para molestarme pero hoy estaban muy desagradables.
-¿Qué les pasa a ustedes dos? déjenme en paz!!!- grite muy... enojada para que me respetaran pero llego mi madre y me gano el reto.
-chicos no molesten a su hermana- dijo con voz severa.
-ya mamá tranquila si no importa estoy acostumbrada.
-chicos váyanse al auto.
-mamá me puedo ir en mi auto prefiero manejar un poco.
-bueno, pero vamos.

Llegamos a mi casa en menos de lo que pensé, me sentía demasiado cansada como para discutir hoy como todos los días con mis hermanos para que me dejaran en paz en mi pieza, simplemente me encerré en mi pieza y caí rendida en mi cama, ni siquiera tuve la energía para ponerme mi desastroso pijama.
Estuve casi todo la noche sin soñar hasta que tuve un escalofrío que me provoco volver a soñar con mi salvador, pero ahora se puso sombrío ya no brillaba como antes y lo único que pude ver fueron sus ojos que eran de igual negro que el de mi victimario, ahora una y otra vez me repetía que me alejara que yo le hacia daño, que era mala que no me acercará que me fuera, ahora mi sueño era totalmente un pesadilla sin duda yo no podía entender como algo tan hermoso yo le podría hacer daño, me sentí impotente... quería abrazar al pobre ángel y consolarlo de su llanto sin cesar pero cada vez que me acercaba este gritaba de dolor, gritos me desgarraban el pecho y no entendía que sucedía, me dolían los oídos al escucharlo, de pronto cambio su posición y me pedía por favor que lo ayudara y que me acercará, que me necesitaba, que no me alejara pero cada ves lo sentía mas lejos, mis ojos de desesperación comenzaron a llorar desconsolados, entre más corría hacia el más gritaba dolor y no lo entendía . Sin darme cuenta comencé a gritar desesperadamente y lo único que hacia era gritar, cuando me percate mi madre estaba junto a mí con mis hermanos con caras de preocupación.
-cielo... amor... hija.... despierta-al sentir su fría mano en mi mejilla me estremecí y me desperté dé inmediato muy asustada, pensé que me había congelado al contacto de su mano, nunca me había dado cuenta de lo fría que era mi madre me tranquilicé al ver que era ella y no un témpano de hielo como pensaba.
-mamá...-la abrace para poder sentirme protegida por sus brazos maternales.
-¿que te paso Anto?- preguntaron muy preocupados mis hermanos.
-cielo... me asustaste demasiado con los gritos ¿Qué paso? ¿Tenías una pesadilla?
-si... perdón por despertarlos, es que bueno no me dí cuenta de que gritaba.
-no te preocupes cabra chica- me abrazaron mis hermanos sorprendentemente dulces.
-¿Anto quieres dormir conmigo hoy? por si te sientes mas segura.
-no mamá no te preocupes enserio es solo una tontera ya vayan a sus camas... si yo estoy bien.
-bueno bye Anto- se fueron mis hermanos pero mi mamá seguía junto a mí.
-hija...¿Te sientes bien?.
-Si mamá.
-bueno entonces me voy.
-No... mamá espera, Te puedo hacer una pregunta?
-Si amor lo que quieras- me recogió un mechón de pelo que se dejo caer por mi rostro y me lo llevo a la oreja.
-cuando me despertaste...-interrumpí por que su rostro estaba muy tenso- estabas muy fría y no te sentía como tú... ¿Está todo bien? Ósea lo digo por que tu no eres tan fría me refiero a tu piel...- al terminar note ese gesto en sus ojos que yo reconocía tan bien cuando me escondía algo... se le achinan los ojos.
-nada amor solo que hace frío nada más tu me conoces soy de manos frías no te preocupes esta todo bien conmigo... cielo descansa no te agites duerme bien- me beso en la frente y se fue con un andar muy frágil como si se fuera a desmayar me apago la luz y luego se fue.

Me costo quedarme dormida de nuevo no podía dejar de pensar en mi sueño, me sentí tan mal como si hubiera sido real... es que en realidad era tan pero tan real el sueño que me costo creer que no lo era, cuando logre conciliar el sueño no volví a soñar, eso me dejo más tranquila pero aun así no podía dejar de pensar en eso sentía un nudo en el pecho; al día siguiente intente iniciarlo sin pensar en eso.

Era una mañana muy iluminada... demasiado, hacia mucho calor de hecho eso fue lo que me despertó y aparte el griterío que tenían mis hermanos, no entendía por que paliaban así que subí para ver.
¿Qué pasa?- yo estaba con mi pelo pelirrojo despeinado y con mucha cara de sueño
-uy... sorry Anto por despertarte- me dijo Sebastián -es que este imbesil no me pasa el auto y quiero salir con unos amigos.
-ya por favor no peleen por tonteras.- dije y mis dos hermanos se miraron con esa cara de cómplices cosa que siempre hacen cuando me quieren hacer algo y derrepente salieron corriendo detrás de mí, me siguieron hasta la piscina, me tomaron cuidadosamente y...
-cabra chica te fuiste al agua!!!.
-suéltenme ya’po no sean brut...-sin terminar la frase sentí el golpe del agua en mi espalda y luego fue todo húmedo y refrescante, cerré los ojos y vi a ese ángel de nuevo buscándome con desesperación mi cara, eso hizo que me saliera rápidamente del agua.